viernes, 20 de septiembre de 2019

AMPLIACIÓN DE LA ESTACIÓN DE ESQUÍ DE CERLER

Ante el avance que se está produciendo en la ampliación de la estación de esquí de Cerler por el valle de Castanesa, desde aquí queremos mostrar nuestro absoluto rechazo por lo que supone una doble agresión, una al medio ambiente y otra, y más grave aún, al sentido común de los aragoneses en general y a los ribagorzanos en particular. 

La situación social, económica  y medioambiental actual aconsejaría una política de gestión moderada de recursos y proyectos. Por contra seguimos en una línea faraónica que en nada favorece a la población en su conjunto, como no sea para perjudicar sus servicios por la detracción de dinero público que estas iniciativas requieren. 
Tenemos la sensación de que ARAMON y su filial CASTANESA NIEVE S.L. pretenden camuflar su lamentable estado  financiero con una “huida hacia adelante” que permita mantener la fantasía de su balance. 
Queremos dejar muy claro que no estamos ni en contra del esquí alpino como recurso económico de la comarca ni en contra de las estaciones de esquí. Conocemos y apoyamos la posibilidad de empleo que esta actividad genera y debe seguir generando, pero de igual forma somos críticos a todo el cúmulo de falsas expectativas, medias verdades y tópicos que se viene contemplando desde el año 2002 cuando apareció el delirante Plan de Ribagorza Norte.
El delirio hecho mapa
Creemos que, si de verdad existen promotores que apuestan por la Ampliación de la Estación de Cerler, se debería plasmar en un verdadero proyecto, que se sometiera a la valoración de TODOS los sectores interesados con total transparencia y que se cumplieran TODAS las prescripciones de la administración.
De momento solo estamos asistiendo a la acumulación de discursos facilones e interesados. Los ribagorzanos merecen tener unos representantes públicos de mayor altura de miras y capacidad de gestión. 
Invitamos a la población a que se informe en profundidad de lo que pasa a su alrededor huyendo de valoraciones simplistas. Solo desde un análisis sosegado y participativo se puede construir una sociedad igualitaria y justa.
El mundo rural y Ribagorza disponen de otra salida especificada en la Ley para el Desarrollo Sostenible del Medio Rural.